La Comunidad Nativa de Infierno abre sus puertas a los visitantes con el objetivo de promover el turismo vivencial y mostrar la riqueza cultural y natural de Madre de Dios. Una de las principales propuestas es el Emprendimiento Shiringa Camp, un hospedaje familiar rodeado de más de 37 hectáreas dedicadas a la conservación.
En este espacio, los visitantes pueden reconectarse con la naturaleza, recorrer áreas de bosque y descubrir la biodiversidad amazónica en su estado más puro. La experiencia busca no solo el descanso, sino también la sensibilización sobre la importancia de preservar el entorno.
Artesanías locales: Los turistas tienen la oportunidad de apreciar el trabajo de la Asociación de Artesanos Shijo, quienes elaboran piezas únicas de cestería, tallados, biojoyería y otras artesanías utilizando fibras, semillas y tintes naturales provenientes de su entorno.
La experiencia se complementa con expresiones culturales y gastronómicas propias de la región. Los visitantes pueden disfrutar de danzas tradicionales y degustar el pescado en paca, plato típico de Madre de Dios cocinado en bambú al calor del fuego, que refleja la herencia ancestral de la comunidad.
De esta manera, la Comunidad Nativa de Infierno ofrece a la población y a los turistas una vivencia auténtica, donde la cultura, la gastronomía y la naturaleza se unen para fortalecer el turismo sostenible y dar a conocer la identidad amazónica de la región.